LA AMISTAD CON EL MUNDO, ES ENEMISTAD CON DIOS.
En el mundo actual, las guerras y los pleitos entre los hombres vienen
de las pasiones humanas que son: La codicia, la envidia, los deseos por obtener
bienes materiales y riqueza, muchas veces sin poder obtenerlas, lo que es la
raíz que la gente llegue hasta al asesinato para obtener lo que desean. Por eso
mismo el cristiano debe eliminar de su vida todas esas pasiones pecaminosas.
Veamos: Santiago
4:1 y 2. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos
entre vosotros? ¿No es de vuestras
pasiones, las cuales combaten en
vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis;
matáis y ardéis de envidia, y no
podéis alcanzar; combatís y
lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís. (Versión RV60).
Dios concede nuestras
peticiones en oración, siempre y cuando nuestros pedidos sean o estén de
acuerdo con la voluntad de Dios; porque no podemos pedir riquezas a Dios para
gastar en deleites mundanos. Veamos: Santiago 4:3 y 4.
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues,
que quiera ser amigo del mundo,
se constituye enemigo de Dios. (Versión RV60). Así que hermanos
cristianos, tengamos en cuenta que en la medida que nosotros amemos las
riquezas materiales o del mundo, en esa medida nos convertimos en enemigos de
Dios. No podemos amar al mundo y amar a Dios al mismo tiempo.
Desde que Cristo ascendió al
cielo, él nos dejo al espíritu santo con
nosotros, él cual nos anhela celosamente para que no caigamos en
tentación de amar más lo mundano que a Dios. Veamos: Santiago 4:5 y 6. ¿O pensáis que la Escritura dice en
vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Pero él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste a los soberbios, y da
gracia a los humildes. (Versión RV60). Dios se agrada de la persona
humilde y aborrece al soberbio u orgulloso.
Dios defiende a sus hijos que
se someten a él y están siempre cerca de él. Pero no defiende a las personas
que están alejadas de él. Veamos:
Santiago 4:7 al 10.
Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de
vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores,
limpiad las manos; y vosotros los
de doble ánimo, purificad vuestros
corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad.
Vuestra risa se convierta en lloro,
y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. (Versión RV60). Los cristianos no
debemos de ser de doble ánimo, porque esto significa que no confiamos en
Dios. Debemos también humillarnos delante de Dios, para que él nos exalte.
La murmuración entre hermanos
cristianos, también la aborrece Dios y nosotros no podemos juzgar al hermano por
su conducta, porque nos ponemos en el lugar de Dios y no lo somos. Lo que si
podemos hacer es corregir la doctrina cristiana cuando se empiece a desviar
dentro de la congregación, para no caer en falsedades. Veamos: Santiago 4:11 y
12. Hermanos, no murmuréis los unos de
los otros. El que murmura del hermano y
juzga a su hermano, murmura de la ley y
juzga a la ley; pero si tú juzgas a la
ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú,
¿quién eres para que juzgues a otro? (Versión RV60).
Antes de cualquier afirmación o
decisión que tomemos los cristianos en nuestras vidas, debemos de decir primero
“si Dios quiere” o “Primero Dios”, pero no podemos afirmar nada sin el
consentimiento del Señor, porque los que creemos en Dios estamos en las manos
de él. Veamos: Santiago
4:13 al 15. ¡Vamos ahora! Los que decís:
Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y
estaremos allá un año, y
traficaremos, y ganaremos; cuando no
sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un
poco de tiempo, y luego se desvanece. En
lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. (Versión
RV60). Los cristianos no debemos de preocuparnos por el futuro, o que nos
depondrá el año entrante, o estar averiguando con adivinos que nos pasara el
siguiente año. Realizar esa práctica demuestra delante de Dios que no confiamos
o no tenemos nuestra fe en él. Las denominaciones “cristianas” que dan
profecías para el siguiente año, son falsas.
Los lideres de Iglesias que a
fin de año dan profecías para el siguiente año a sus seguidores, son soberbios
y no se dan cuenta que con su actitud están mal delante de Dios, con el
agravante que si conocen la palabra de Dios y lo están haciendo, están pecando
aún mas que una persona pagana. Veamos: Santiago 4:16 y 17. Pero ahora os jactáis en vuestras
soberbias. Toda jactancia semejante es
mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no
lo hace, le es pecado. (Versión
RV60). Dios aborrece a los adivinos y los hijos de Dios no podemos hacer nada relacionado
con la adivinación. (Véase Deuteronomio 18:14). Dios Bendiga su vida. Amen.
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